Este fin de año estoy cumpliendo mis primeros 25 años como terapeuta.
Me siendo muy agradecido y honrado con todas las personas que confiaron en mí como su terapeuta, y con aquellas que siguen confiando para acompañarles durante algún período de su existencia.
Sus vidas tocaron la mía transformándola y enriqueciéndola.
Me siento conmovido de hacer conciencia de todas las bellas y en ocasiones difíciles historias que me han permitido conocer: intensas y apasionantes historias de amor; dolorosas y frustrantes experiencias de duelo, o fracaso, o traición, o de desencuentro; la valentía y la fuerza con la que algunos se enfrentan a sus heridas o a sus recuerdos y experiencias más complejas y atemorizantes; los sueños e ilusiones que desean poder construir en el futuro; aquello que encuentran especialmente valioso e importante, aun si nadie más lo considera así; secretos que pensaron no compartirían con otro jamás; y aquellas “pequeñas” historias cotidianas, que adornan y enriquecen nuestra existencia día a día.
Gracias a las personas que confiaron en mí para acompañarles y caminar juntos por un tiempo, a las parejas que me permitieron entrar un poco en su intimidad, y honrar su lucha por permanecer juntos sin perderse a sí mismos en el camino, y a las personas que vieron en mí un buen contenedor (“vestal”) para los encuentros interpersonales en un grupo terapéutico.
Gracias a ustedes y a su entrega y compromiso para su auto conocimiento, que he aprendido mucho sobre los misterios de la existencia y de nuestra situación humana.
Gracias a ustedes hoy soy mejor terapeuta.
Y principalmente gracias porque sus historias, su entrega y su presencia honestas, han generado que hoy me siento un ser humano más abierto, más comprensivo, más compasivo, y más respetuoso de las infinitas posibilidades de ser.
Espero que sus vidas se enriquezcan mucho en los próximos tiempos, y que sigan floreciendo con toda su fuerza, sabiduría y belleza.
Gracias por ser parte de mi vida, y por habitar un espacio de mi corazón.
Gracias, gracias, gracias.
Con mucho cariño
Yaqui