Les invito a compartir sus ideas y pensamientos al respecto de estas preguntas en este espacio. Yo también escribiré mis propias respuestas posteriormente. Solo quiero recordar, como he dicho en repetidas ocasiones, y he escrito tanto en el Volumen 1 como en el Volumen 2 de mi obra "Terapia Existencial. Teoría y Práctica Relacional para un Mundo post-Cartesiano", que no considero mis respuestas a estas preguntas como universalmente válidas, ni siquiera creo que sean completamente aplicables en todas las formas de que hay actualmente de Terapia Existencial (TE). Una de las riquezas de la TE, es que permite, valida y valora la emergencia de diferentes perspectivas para entender la práctica de eso que llamamos "Terapia Existencial".
Mis respuestas serán únicamente una voz en este coro, que espero que, aún en medio de la polifonía, logremos construir un concierto armónico. ¡Bienvenidos a la conversación"
La idea del acompañamiento en definitiva la comparto. De hecho, en el Volumen 2 de la colección de mi autoría llamada "Terapia Existencial: teoría y práctica relacional para un mundo post-cartesiano" (o libro rojo), reflexiono sobre un significado de la palabra (no oficial), como si se tratara de "cubrirnos juntos con el mismo paño").
Ahora, la idea con la que no me identifico es con la de que el paciente es "experto" en su vida, mientras que el terapeuta es "experto" en técnicas. Me explico:
1) Desde una mirada existencial-fenomenológica somos invitados a asumir una postura mucho más humilde frente al conocimiento, lo que implica que no hay nada de eso llamado "expertos". Siempre somos principiantes de cualquier asunto.
2) Los pacientes no son "expertos en su propia vida", de serlo muchos de ellos no asistirían a terapia. Yo personalmente nunca me he sentido un experto en mi propia vida. No veo cómo podría serlo, sobre todo si me encuentro en movimiento y cambio constante. Prefiero pensar que me relaciono con el misterio de mi existencia, no me gusta pensarme como experto, ya que prefiero seguir descubriendo novedad en mi vida todos los días.
3) Para la propuesta existencial-fenomenológica, la terapia (de este modelo) no tiene técnicas, por lo que menos aún podríamos ser "expertos" en las mismas.
4) Para esta misma propuesta, los terapeutas no somos ni podemos ser expertos en nada. ni siquiera en fenomenología-existencial. Somos "principiantes eternos", siempre aprendices, dispuestos a compartir el camino con otros aprendices de la vida.
La idea del "encuentro de expertos" siempre me ha provocado incomodidad. Ya que asume una postura de certeza frente al conocimiento, mientras que la fenomenología me invita a una constante duda y apreciación de la incertidumbre. ... quizás!