El dilema Eigenwelt, o de la vida privada, íntima y personal puede expresarse como:
"Si me acepto y amo plenamente tal cual soy, puedo quedarme sin buscar nuevas posibilidades para mi desarrollo como persona y terminar meramente conformándome...
Pero si voy en búsqueda de posibilidades y oportunidades para mi desarrollo, podría estar rechazándome, o podría perderme entre tanta variedad, y terminar sintiéndome perdido sin tener claridad de quien soy"
¿Cómo lo expresarías con tus palabras?
Creo que durante esta pandemia, con todo lo dificil que ha sido en muchisimos aspectos yo vi el dilema Eigenwelt mas fuerte que he tenido en muchos años super clarito. Yo era mamá y ama de casa y estudiante, así me elegí conscientemente y con los ojos bien abiertos, esa era yo y asi estaba "bien" pero me daba mucho temor el brinco a retomar ser terapeuta y encontraba muchísimas justificaciones sobretodo por el tiempo. Como por coincidencia me buscaron como terapeuta y decidí aventarme. Hoy no puedo estar mas feliz y mas clara en que esta profesión es mi vida mas allá de ser mamá, en que es algo que haría "en domingo a las 10 pm y gratis". Siempre tengo miedo de equivocarme, siempre me pregunto si era el momento, siempre voy y vengo en si estaba mas tranquila antes, pero no ha habido un segundo en que me arrepienta de esta nueva oportunidad a la que le abrí el corazón y mi ser.
Dias frente al amanecer, contemplando. Dias frente al atardecer, cuestionando; ¿Cuándo llegue el anochecer, debo moverme y ver salir el sol desde otro lugar? o ¿Debo quedarme en este mismo sitio y contemplar las estrellas al anochecer?
El dilema Eigenwelt, lo entiendo como la posibilidad de decirle ¡hola! a nuevos lugares y nuevas experiencias, pero también decirle adiós a los que conozco, como también puedo decirle ¡hola! nuevamente a los que me hacen sentirme cómodo, como puedo decirle adiós, a los que me resulten completamente novedosos.
Saludos Yaqui. Alex Bravo de Tera III FDS
Si me acepto como soy, a lo mejor no me desarrollo; pero si elijo desarrollarme, a lo mejor pierdo de vista quién soy.
August
Pienso en las veces en las que me he limitado a hacer cosas por ser “demasiado joven” como en su momento teatro, por edad me conformaba con los personajes más jóvenes y no me arriesgaba a ir a por los que yo realmente quería, aun cuando la oportunidad se presentó varias ocasiones, pensaba que lo mejor era esperar y prepararme más para hacerlo bien; ahora he elegido otro camino y esa opción ya no es tan tangible, esperé tanto que la dirección cambió. Por otro lado, ha habido momentos en los que me he conformado con lo que ya era y rechazado ciertas oportunidades, como el invertir un poco más de tiempo y esfuerzo durante la preparatoria para obtener una certificación y poder aplicar de manera profesional conocimientos en el mundo laboral, crecer en un área diferente a todo lo que había pensado y quizá, sorprenderme con un gusto hacia eso, pero no lo elegí así.
Al emprender un viaje a través de la meditación pude cuestionarme ¿Quién soy? sin embargo hay días que este observarme me hace perder continuidad con lo que era, es decir como me vivía antes de emprender este viaje de la auto observación. Ahora aunque más conectado conmigo mismo la respuesta de mi identidad entra a un terreno fangoso y a pesar de que cada día medito más y mejor concentrado estoy con más complejidad para responder la pregunta y por lo pronto me resuelvo a no responderla, finalmente saber quién soy dejo de ser la prioridad a responder..
Muchas veces me pregunto, y me preguntan, por qué sigo estudiando a mis 56 años y cuando trato de dar una respuesta no puedo evitar caer en el Dilema Eigenwelt. Me incomoda pensar que 30 años de ser terapeuta no me han sido suficientes, que por más que me esfuerzo no soy la terapeuta que quiero ser, me incomoda sentir que no alcanzo la cuota que tal vez de algún modo me planteé, porque creo que no valoro todo el desempeño puesto en mi labor. Y por otro lado trato de convencerme de que siempre hay algo que aprender, que siempre podemos hacer más, dar más y esforzarnos más.
Esta situación me lleva a sentirme agotada porque estudiar y hacer una maestría a los 56 años de edad implica un mayor esfuerzo que cuando se es joven y hace que me diga a mí misma que no tengo ninguna necesidad y desear renunciar para quedarme tranquila con mis 30 años de experiencia. Pero cuando llego a ese punto vuelvo a sentir que no puedo perder la oportunidad de seguir moviéndome, de crecer, de ser mejor, continuar estudiando solo para dentro de poco tiempo volver a desesperarme y preguntarme nuevamente ¿para qué sigo estudiando?
A mi entender el dilema Eigenwelt lo puedo expresar así:
Si en este momento me quedo con quién y cómo soy posiblemente me pierda de muchas posibilidades apostando porque hay más que solo lo de ahora, y a la vez el quedarme en lo que soy ahora me habla de que con lo hasta hoy construido y elegido estoy bien pero…si decido ir un poco más allá pudiera colocarme en una situación de confrontación e incluso rechazo de quien fui y eso es un atentado a quien soy.
Me imagino que el dilema Eigenwelt tiene que ver con el esforzarse por “renacer” cada día y cuidarse de caer en la rutina de lo conocido pero a la vez al mismo tiempo que me niego posibilidades reafirmo las posibilidades ya tomadas y las vuelvo a crear. Es como estar entre la negación y la transformación.
Entiendo el dilema Eigenwelt como:
Si sigo siendo la misma persona que soy hoy, aceptando plenamente quién soy, eso me daría estabilidad, pero podría no llegar a ser nunca quien quiero ser, y si busco abrirme al cambio y a ser quien quiero ser, podría acabar quitando demasiadas piezas del rompecabezas de mi identidad y no saber cuál era la figura que quería armar, o incluso armando una completamente distinta.
Lo veo como el dilema entre la auto aceptación y el crecimiento personal; de alguna forma uno siempre excluye (en cierta medida, aunque no totalmente) al otro. Considero imposible permanecer por mucho tiempo en cualquiera de ambos polos, porque por un lado el mundo nos exige darle respuestas nuevas, nos invita al cambio y al movimiento, y por el otro, eventualmente necesitamos hacer una pausa y buscar un poco de estabilidad en medio de ese movimiento continuo.