Esta reflexión estará incompleta ya que no creo tener una posición absoluta sobre el tema, sin embargo quiero expresar mis ideas al respecto. No creo tener la razón, y dudo que alguien también la tenga, asi que creo que se trata aproximarnos a ideas más sostenibles tanto teórica como en la práctica y en base a ello podremos compartir.
Hablar de límites de fenomenología, podría implicar un comentario apresurado, sin embargo podría especificarlo aún más que se trataría de los límites o ajustes al método fenomenológico. Al referirme con límites me encuentro con una mirada quizá muy ortodoxa del método fenomenológico, por ejemplo sobre la "epojé", que básicamente podría tratarse de abstenerse de usar o de sostenerse en el conocimiento mundano, y es que creo que no podemos llegar a tal estado, no podemos no tener una visión no mundana, al respecto los Granzotto mencionan que hay una "contaminación" originaria, al punto de que no podemos decir si las concepciones del terapeuta son las que interfieren en la vida de los consultantes o si la vivencias de estos son las que modifican las concepciones teóricas del terapeuta. Entonces los límites podrían ser encontrados en su visión más ortodoxa, de creer que tenemos que suspender de tal manera que quedemos en blanco o alcancemos la "iluminación" para aplicarla, creo que se trata de algo tan concreto como dejar a un lado (en el bolsillo) nuestras respuestas como investigadores y hacer preguntas que faciliten la respuesta, el paso de la pre-comprensión a la comprensión. En suma no podemos lograr una epojé como tal, estamos inmersos en nuestro propio historicismo y por tanto lo mundano. Hasta aquí encuentro límites que algunos terapeutas tienen respecto al método fenomenológico, quizá una visión más desdibujada de la misma, entonces me hace pensar en que los límites están puestos por los propios terapeutas, en su definición , en su aplicación, acerca del método fenomenológico que restringen su real potencial.
Ahora creo que el llegará un momento de post - fenomenología (ya lo hubo con Husserl), en donde puede ser mejorada, trascendida, superada, no quiere decir tampoco que la anule, sino que se complementará con avances desde filosóficos, psicológicos, científicos, vaya a saber con qué más nos encontraremos o descubriremos en este apasionante camino de la Terapia, sería triste que la fenomenología quede petrificada y no avance y no crezca. Finalmente sería bueno re preguntarnos cada cierto tiempo, ¿tiene límites la fenomenología?
Un abrazo. Saludos de Lima Perú.
Atte.
Rudy Jaramillo (un néofito en terapia gestalt)
Releí esta entrada del foro el día de hoy, y me percaté de que dejé algo importante de lado. Rudy menciona que quizá llegara un momento de post-fenomenología donde no se niegue las intuiciones de esta, sino que se enriquezca con las reflexiones de otros filósofos.
Bueno, pues de hecho, eso ya ha sucedido varias veces. Para empezar, con Heidegger, quien criticaba precisamente la intención de su maestro de “poner entre paréntesis al mundo”, y que a partir de ahi podemos, como ya mencioné anteriormente, “poner entre paréntesis la certeza y nuestro tendencia a concluir y totalizar”. Y entonces estamos parados sobre los hombros de Husserl (y muchos otros), pudiendo mirar nuevas formas de fenomenología que a partir de entonces se han desarrollado.