Te ¿puedo hacer una pregunta? Parecerá NO relacionada o que quizá debería ir en otra discusión del foro pero tiene que ver para la forma en que estoy hilando las ideas: ¿por qué ir a terapia? ¿cuáles son o cuáles deberían ser los motivos para hacerlo?
Es muy buena pregunta, y te agradezco que la realices, pero te propongo algo, me la llevo al apartado del foro que sería más correspondiente. Podrás leer mi respuesta en el Blog de "¿QUE ES LA TERAPIA?... " etc. Que es de hecho el otro blog donde estás participando.
En ese mismo contexto aplica igual. Se suele pensar que para estar en pareja se requiere sabe estar solo. Y yo personalmente creo que es un mito.
Para mí, las personas que anhelan vivir una relación de pareja, y no se les ha dado, pueden pasarla muy mal, cierto, pero eso no tiene nada que ver con soledad, sino con la imposibilidad de desarrollar cierto tipo de relación, mientras se está rodeado de relaciones que nos bombardean con mensajes de lo importante de tener una relación de pareja.
Hay una frase, me parece que de Oscar Wilde, que comenta que "La soledad no es estar sin otros, sino estar demasiado con uno mismo"
Y en cuanto a la frase de que "la mejor manera de ser feliz con alguien es aprendiendo a ser feliz solo...", creo que esa frase puede fácilmente invertirse: "La mejor manera de ser feliz sólo, es aprender a ser feliz con alguien"; (ya que, después de todo, siempre estamos con otros, solo de distintas maneras en en diferentes distancias).
@Yaqui Andrés Martínez Robles es que la frase, creo yo, es expresada en el contexto relacional de pareja amorosa. Algunas personas anhelan vivir una relación amorosa estable y no se les ha dado, ese es otro tipo de soledad.
Yo creo que la soledad puede hacerse pesada e incómoda dependiendo de la etapa de vida en la que nos encontremos y los recursos con los que contemos, de acuerdo a nuestra edad y experiencia para enfrentarla y/o sacarle el máximo provecho. Claro, como seres humanos relacionales nunca estamos solos, pero qué tanto nos dejamos descubrir/conocer por el otro y/o qué tan dispuestos estamos a conocer al otro o en general a las personas que nos rodean y con las que compartimos? Es nuestra propia decisión el permitirnos relacionarnos con otros e intimar en mayor o menor medida. Si una persona está llena de inseguridades o por alguna razón no quiere revelar mucho de sí y prefiere mantener relaciones superficiales, es normal que a pesar de estar rodeado se sienta solo.
Se vuelve pesado e incómodo en el momento en que nos cansamos de ella. La soledad puede ser una gran maestra (contemplación, introspección, reflexión, aprendizaje, autorrealización -no de realizarse sino de darse cuenta-, etc.) y sirve en la medida en que nos permite crecer, madurar, ampliar nuestra conciencia. Está por ahí la frase de que "la mejor manera de ser feliz con alguien es aprender a ser feliz solo, así la compañía es cuestión de elección y no de necesidad" y bueno, en parte de eso se trata, creo yo.
Por otro lado, si la soledad le toca a un niño/a a alguien "pequeño" (por los años que ha vivido) o simplemente menor de edad, creo que es mucho más complejo... sea una situación de abandono, una situación de rechazo (por ejemplo en la escuela, que fue mi caso) claramente los recursos y la experiencia para poderlo afrontar no están dentro de sí y requerirá de mucho acompañamiento para saber navegar esas aguas de la soledad y salir airoso de la vivencia.
Sí, coincido con que la palabra no elegida o impuesta puede resultar satisfactoria. Me agradó el cambio a Indeseada. Gracias por tu disposición por discutir este tema. Me resultó estimulante y una gran idea este espacio para comprender este tipo de temas. Saludos desde el puerto de Veracruz.
Si, creo que lo dices de forma muy aproximada. Solo que en ocasiones la distancia no elegida puede experimentarse muy agradablemente. Creo que más bien sería LA DISTANCIA INDESEADA, sin poder hacer algo pronto para moverse hacia una DISTANCIA DESEADA.
Creo que entonces es la DISTANCIA NO ELEGIDA entre el otro y yo la que hace no gozosa esa unicidad. Me detona recordarte con el cuento de Kafka sobre el gorila, donde la unicidad se castiga, se deshace para que la distancia se reduzca entre humano y gorila. También a una anécdota que contó una monja al dar catecismo. Ella pidió que alzaran las manos aquellos que quisieran ir al cielo; solamente un niño no lo hizo. La monja asombrada le cuestionó:
-¿Tú no deseas ir al cielo?
-No, si van todos éstos.
De igual manera, a lo que alguien comentó sobre un taller de Lyn Jacobs cuando ella compartió sobre una paciente que sobrevivió a un conflicto armado donde vivenció asesinatos y destrucción. Lyn nunca ha vivenciado eso. Considero que reconoció esa distancia al no expresar "entiendo de qué hablas o sé lo que es estar así" sino que sus experiencias desagradables le permitían darse una idea de cómo es estar en el sitio de su paciente.
Lo primero que me gustaría decirte es que desde hace algún tiempo yo no hablo del "Atributo Existencial de la SOLEDAD". Ahora prefiero hablar de UNICIDAD, ya que creo que es más preciso para referir lo que realmente representa.
Me explico:
Existencialmente hablando, no estamos solos nunca. El ser humano nace de otros, nace a un mundo lleno de otros, y cuando muere, algo de él permanece entre los otros, y se lleva algo de esos otros consigo.
Por lo tanto, la soledad NO ES un atributo de la existencia como tal, sino más bien una posible experiencia ante el atributo existencial de la unicidad.
Por unicidad me refiero a esa fascinante situación de que no hay otro como cada uno de nosotros, de que somos únicos e irrepetibles. De hecho, somos únicos hasta con respecto de nosotros mismos, ya que no nos repetimos jamás, siempre hay algo único y novedoso a cada momento.
Ahora, aunque eso es grandioso, puede también acarrearnos experiencias incómodas. Ya que nunca podremos ser completamente comprendidos por alguien más. Nunca nadie ha visto ni verá la vida como cada uno de nosotros la ve, ni puede vivirla por nosotros, ni morir por nosotros, y en ciertas circunstancias eso puede resultar doloroso, sobre todo cuando deseamos compartir una experiencia importante con alguna otra persona, y encontramos las limitaciones del lenguaje e incluso de experimentar juntos una misma situación.
A esa experiencia de la unicidad se le ha llamado "soledad existencial", pero de nuevo, creo que más bien se trata de la "unicidad existencial".
En la existencia, lo máximo que podemos experimentar es la cercanía o lejanía de otros. Cuando deseamos que alguien importante para nosotros esté cerca, y sin embargo sentimos que su distancia es muy amplia, lo sentimos lejano. Comúnmente le llamamos a esa experiencia "sentirnos solos". Pero no es estar SIN esa persona, sino mas bien experimentarla en su lejanía. Incluso cuando esa persona muere, ahora está más allá de la distancia, en nuestro corazón que le extraña.
En otros momentos nos gusta la distancia en la que experimentamos a otros. Nos permite sentirnos seguros, cómodos, o incluso íntimos (como cuando deseamos acercarnos de alguien, pero alejarnos de todos los demás).
Como verás, así como con muchas situaciones existenciales, se trata de asuntos ricos, complejos y asombrosos.
Y dime, ¿Que te hace pensar o sentir la opinión que te comparto?
Te ¿puedo hacer una pregunta? Parecerá NO relacionada o que quizá debería ir en otra discusión del foro pero tiene que ver para la forma en que estoy hilando las ideas: ¿por qué ir a terapia? ¿cuáles son o cuáles deberían ser los motivos para hacerlo?
En ese mismo contexto aplica igual. Se suele pensar que para estar en pareja se requiere sabe estar solo. Y yo personalmente creo que es un mito.
Para mí, las personas que anhelan vivir una relación de pareja, y no se les ha dado, pueden pasarla muy mal, cierto, pero eso no tiene nada que ver con soledad, sino con la imposibilidad de desarrollar cierto tipo de relación, mientras se está rodeado de relaciones que nos bombardean con mensajes de lo importante de tener una relación de pareja.
Hay una frase, me parece que de Oscar Wilde, que comenta que "La soledad no es estar sin otros, sino estar demasiado con uno mismo"
Y en cuanto a la frase de que "la mejor manera de ser feliz con alguien es aprendiendo a ser feliz solo...", creo que esa frase puede fácilmente invertirse: "La mejor manera de ser feliz sólo, es aprender a ser feliz con alguien"; (ya que, después de todo, siempre estamos con otros, solo de distintas maneras en en diferentes distancias).
Yo creo que la soledad puede hacerse pesada e incómoda dependiendo de la etapa de vida en la que nos encontremos y los recursos con los que contemos, de acuerdo a nuestra edad y experiencia para enfrentarla y/o sacarle el máximo provecho. Claro, como seres humanos relacionales nunca estamos solos, pero qué tanto nos dejamos descubrir/conocer por el otro y/o qué tan dispuestos estamos a conocer al otro o en general a las personas que nos rodean y con las que compartimos? Es nuestra propia decisión el permitirnos relacionarnos con otros e intimar en mayor o menor medida. Si una persona está llena de inseguridades o por alguna razón no quiere revelar mucho de sí y prefiere mantener relaciones superficiales, es normal que a pesar de estar rodeado se sienta solo.
Se vuelve pesado e incómodo en el momento en que nos cansamos de ella. La soledad puede ser una gran maestra (contemplación, introspección, reflexión, aprendizaje, autorrealización -no de realizarse sino de darse cuenta-, etc.) y sirve en la medida en que nos permite crecer, madurar, ampliar nuestra conciencia. Está por ahí la frase de que "la mejor manera de ser feliz con alguien es aprender a ser feliz solo, así la compañía es cuestión de elección y no de necesidad" y bueno, en parte de eso se trata, creo yo.
Por otro lado, si la soledad le toca a un niño/a a alguien "pequeño" (por los años que ha vivido) o simplemente menor de edad, creo que es mucho más complejo... sea una situación de abandono, una situación de rechazo (por ejemplo en la escuela, que fue mi caso) claramente los recursos y la experiencia para poderlo afrontar no están dentro de sí y requerirá de mucho acompañamiento para saber navegar esas aguas de la soledad y salir airoso de la vivencia.
Sí, coincido con que la palabra no elegida o impuesta puede resultar satisfactoria. Me agradó el cambio a Indeseada. Gracias por tu disposición por discutir este tema. Me resultó estimulante y una gran idea este espacio para comprender este tipo de temas. Saludos desde el puerto de Veracruz.
Si, creo que lo dices de forma muy aproximada. Solo que en ocasiones la distancia no elegida puede experimentarse muy agradablemente. Creo que más bien sería LA DISTANCIA INDESEADA, sin poder hacer algo pronto para moverse hacia una DISTANCIA DESEADA.
Como lo ves?
Creo que entonces es la DISTANCIA NO ELEGIDA entre el otro y yo la que hace no gozosa esa unicidad. Me detona recordarte con el cuento de Kafka sobre el gorila, donde la unicidad se castiga, se deshace para que la distancia se reduzca entre humano y gorila. También a una anécdota que contó una monja al dar catecismo. Ella pidió que alzaran las manos aquellos que quisieran ir al cielo; solamente un niño no lo hizo. La monja asombrada le cuestionó:
-¿Tú no deseas ir al cielo?
-No, si van todos éstos.
De igual manera, a lo que alguien comentó sobre un taller de Lyn Jacobs cuando ella compartió sobre una paciente que sobrevivió a un conflicto armado donde vivenció asesinatos y destrucción. Lyn nunca ha vivenciado eso. Considero que reconoció esa distancia al no expresar "entiendo de qué hablas o sé lo que es estar así" sino que sus experiencias desagradables le permitían darse una idea de cómo es estar en el sitio de su paciente.
Hola Ivan! gracias por compartir en el foro.
Lo primero que me gustaría decirte es que desde hace algún tiempo yo no hablo del "Atributo Existencial de la SOLEDAD". Ahora prefiero hablar de UNICIDAD, ya que creo que es más preciso para referir lo que realmente representa.
Me explico:
Existencialmente hablando, no estamos solos nunca. El ser humano nace de otros, nace a un mundo lleno de otros, y cuando muere, algo de él permanece entre los otros, y se lleva algo de esos otros consigo.
Por lo tanto, la soledad NO ES un atributo de la existencia como tal, sino más bien una posible experiencia ante el atributo existencial de la unicidad.
Por unicidad me refiero a esa fascinante situación de que no hay otro como cada uno de nosotros, de que somos únicos e irrepetibles. De hecho, somos únicos hasta con respecto de nosotros mismos, ya que no nos repetimos jamás, siempre hay algo único y novedoso a cada momento.
Ahora, aunque eso es grandioso, puede también acarrearnos experiencias incómodas. Ya que nunca podremos ser completamente comprendidos por alguien más. Nunca nadie ha visto ni verá la vida como cada uno de nosotros la ve, ni puede vivirla por nosotros, ni morir por nosotros, y en ciertas circunstancias eso puede resultar doloroso, sobre todo cuando deseamos compartir una experiencia importante con alguna otra persona, y encontramos las limitaciones del lenguaje e incluso de experimentar juntos una misma situación.
A esa experiencia de la unicidad se le ha llamado "soledad existencial", pero de nuevo, creo que más bien se trata de la "unicidad existencial".
En la existencia, lo máximo que podemos experimentar es la cercanía o lejanía de otros. Cuando deseamos que alguien importante para nosotros esté cerca, y sin embargo sentimos que su distancia es muy amplia, lo sentimos lejano. Comúnmente le llamamos a esa experiencia "sentirnos solos". Pero no es estar SIN esa persona, sino mas bien experimentarla en su lejanía. Incluso cuando esa persona muere, ahora está más allá de la distancia, en nuestro corazón que le extraña.
En otros momentos nos gusta la distancia en la que experimentamos a otros. Nos permite sentirnos seguros, cómodos, o incluso íntimos (como cuando deseamos acercarnos de alguien, pero alejarnos de todos los demás).
Como verás, así como con muchas situaciones existenciales, se trata de asuntos ricos, complejos y asombrosos.
Y dime, ¿Que te hace pensar o sentir la opinión que te comparto?