En días pasados, mi buen amigo Emilio Romero realizó dos interesantes preguntas en cuanto al paradigma relacional. Emilio es un psicólogo y terapeuta existencial-comprensivo, que ha escrito múltiples libros, y de quien podemos aprender mucho, ya que no solo se trata de un hombre con amplia experiencia y sabiduría, sino que además la comparte con una gran generosidad. Vive en Brasil, y por tanto sus preguntas están en "portuñol", las copio aquí textuales. Creo que sus preguntas son una excelente invitación a reflexionar juntos, así que las pasé para acá para tratar de aprender algo juntos a partir de ellas. Comenzaré compartiendo mis respuestas, pero invito a los lectores a compartir las suyas:
Esclarece dos questiones: a)Toda relacionaminto supone alguma diferencia entre os fatores en relación? b) Como se da a relação da pessoa consigo mesmo? Cordialmente.
Gracias por mantener viva la conversación Ana!
Tienes razón, "Es imposible, tener total conciencia aún de nuestro sí mismo, o incluso aún habitar por pequeños instantes los diminutos movimientos de la relación del paciente o coagente en sus 'con-sigo-mismo'".
Y eso es todo un tema, al que valdría la pena que le dedicáramos algún tiempo para reflexionar conjuntamente.
Mientras tanto te mando un afectuoso abrazo.
Yaqui, gracias por tu incansable invitación a la pregunta.
La frase de David Le Bretón está tomada de una entrevista en el diario la nación, este es el link.
https://www.lanacion.com.ar/1285826-david-le-breton-internet-es-el-universo-de-la-mascara
-Uno de los aspectos que me aporta como terapeuta el posicionarme en el PDR, después de haber participado en el curso internacional, es la disposición -aunque sea diminuta- de experimentar en la práctica terapeútica al "otro en sus otredades experienciales". Teóricamente y en mi cerebro lo tenía presente, pero la práctica es otra dimensión. Es imposible, tener total conciencia aún de nuestro sí mismo, o incluso aún habitar por pequeños instantes los diminutos movimientos de la relación del paciente o coagente en sus "con-sigo-mismo". Quizá esto merezca ser escrito en un trabajo aparte por la complejidad del lenguaje. Pero el tener conciencia en ese espacio-tiempo del encuentro permite ; al decir de Todd, estar atento a la cuestión que plantea sobre el riesgo de "reducir al otro a mi mismidad". Eso es enriquecedor.
Es en ese sentido considero innovador el posicionamiento de la comprensión del hombre desde este paradigma relacional.
- Con el nuevo fracaso de "herida narcisista", -seguramente haya más :)- me refería al cuestionamiento que suelen hacer las denominadas "ciencias duras" a las "ciencias humanas", de pensar y explicar los procesos psíquicos desde una sapiencia hegemónica -hoy mucho menos influyente- e incuestionable desde los paradigmas imperantes. Es reciente, por ejemplo la canonización y beatificación de la iglesia al genial astrónomo, filosofo,e ingeniero Galileo Galilei. Freud aludía que por suerte a él le quemaron los libros más no sus ideas, en fin sólo a eso alude mi referencia.
-En esto de "no ser dueño de si mismo", quizá aquí haya un tema de terminología, es no tener "dominio de mi mismo". " Apropiar", en mi entorno tiene una connotación más negativa, en tanto es tomar algo que no te pertenece del todo, pero esta bien comprendido para mi.
- Por último, el tomar conciencia de que en la relación "conmigo mismo", puede introducirse "uno otro real o fantasmatico" que pueda cambiar las emociones y por tanto mis acciones de como me relaciono con el mundear, lo experimentamos también el curso internacional en varios ejercicios, bien interesantes por cierto y es para seguir trabajando.
Gracias y cordiales saludos Yaqui! siempre aprendiendo con ustedes.
Gracias Ana! por seguir enriqueciendo el diálogo y la conversación.
Me gustó mucho la cita que compartes de David Le Bretón. ¿Podrías compartirnos la fuente?
De hecho, ese comentario de Le Bretón coincide con algo que Emilio y yo discutimos meses atrás, y que se encuentra en uno de los primeros blogs de esta página, el denominado "Sobre lo difícil que es pensar existencialmente". Creo que, valdría la pena que recupere algo de ese blog y o coloque aquí en el foro también, para faciltar su acceso.
Creo que tienes razón cuando dices que "no es posible no tener una relación consigo mismo". Me parece que aquí estamos justo en una de las dificultades lingüísticas a las que te refieres. Ya que, aunque en estricto sentido no puedo dejar de relacionarme (todo es relacional), puedo negar y rechazar de mi conciencia la relación (aunque eso sea también una forma de relacionarme). Entonces, como tú también explicas, pasa lo mismo en la relación consigo mismo. Puedo negarla o evitar tener conciencia de la misma, aunque esa sea una forma de estar en relación conmigo mismo. También podemos destacar que, en ocasiones, para lograr rechazar la conciencia de mi relacionalidad con ciertos aspectos, recurro a subrayar mi conciencia de la relacionalidad con otros.
Por cierto, Alejandro Khaled Salomon también compartió algunos comentarios, siguiendo el pensamiento de V. Frankl, con respecto a estos asuntos. Estoy esperando que los ponga aquí en el foro para seguir comentándolos.
Cuando colocas el asunto de "ser dueño de la relación consigo mismo", yo prefiero decirlo de otra manera: prefiero hablar de apropiarse de la relación consigo mismo, para intentar evitar el carácter cosificador de la palabra "dueño" (que al menos parece tener en México. Creo que a lo que te refieres es a la posibilidad humana de ser plenamente su relación consigo mismo, algo que pertenece a la esfera de lo que se es, del ser; y no del tener o lo que se posee. De ahí mi interés en cambiar la palabra por "apropiar".
En cuanto a las "heridas narcisistas", creo que podemos agregarle muchas más a estas "heridas" que la humanidad a experimentado en su afan de elevarse por encima de la naturaleza, o del misterio de la vida.
saludos
Yaqui
En primero lugar felicitarlos y agradecerles el hacer público sus debates. Son verdaderos maestros que invitan a repensar y reflexionar desde el acuerdo pero sobre todo siendo más enriquecedor aún leerlos desde la disidencia. Una especie de ágora virtual, con el respeto que se tienen y trasmiten a quienes estamos interesados en profundizar nuestros aprendizajes en diálogos fecundos sobre estos temas. A través de su lectura, me permito compartir algunos comentarios como disparadores para continuar este diálogo. Mi aporte esta en relación a la pregunta sobre si es posible tener una relación consigo mismo. Entiendo que desde el paradigma relacional (PDR) hay autores que consideran que esto no es posible si se parte del contexto que "el ser humano nace del mundo y a los otros,vive en el mundo y entre otros, y muere al mundo y a los otros…el ser humano es-en-el-mundo-con-otros”. Entiendo que en el mismo lenguaje encontramos aristas que a veces pueden alienar aspectos para la comprensión de nuevos paradigmas, en este caso sobre el mundear que plantea la fenomenología. Pasa ciertamente con otros temas, donde somos rehenes de las limitaciones que nos impone la lengua idiomatica. No soy linguista, ni mucho menos, sólo mencionar que apenas suelo recurrir a la etimología de las palabras como recurso de expresión. La palabra Relación, viene de "Re (reiteración)- la (llevar algo)- tio (acción y efecto) "acción y efecto de llevar algo una y otra vez", ese algo es conocimiento, podría ser conciencia de conocer y conocer-me con otros. En este sentido, la relación en si misma y conmigo mismo, requiere de movimiento, distancia, temporalidad, de un otro cosa-objeto- sujeto-situación-contexto. No puedo tener entonces una verdad como sujeto de conocimiento "sobre si-mismo". Al decir de De Bretón “No hay una verdad sobre el ser, no hay una verdadera persona, sino innumerables versiones de la misma persona. Lo que nos transforma son los contextos, que fabrican lo que somos. Hay en nosotros miles y miles de personajes posibles que quizá no conoceremos nunca, porque sólo determinadas circunstancias podrían hacerlos aparecer. Somos una presencia humana”. David Le Bretón. Todo es movimiento en el ser conmigo mismo.
Pero aún así tengo que partir de un "conmigo" (yo, me,mi... etc encarnado..). En este sentido, me inclino a pensar que no es posible no tener relación conmigo mismo puesto que también habría que cuestionar la concepción del ser en Sartre, el concepto de libertad, del ser en si y ser para si...etc.
Si me permiten los maestros, dar un salto reflexivo me aventuro a expresar que la concepción del hombre desde este paradigma relacional, esté transitando quizá por una "quinta herida narcisista", en términos de descentralización del propio individuo en un mundo poscartesiano (ref libro Y. Martinez). Para nombrarlo rápidamente, pues sería un tema que daría para mayor tiempo de discusión; Primero fue Copérnico con su teoría heliocentrista, luego Galileo apoyando al anterior y descubriendo la ley del movimiento de los cuerpos celestes, luego Darwin la teoría del origen del hombre, cuarto Freud, con su descubrimiento del inconsciente quién expresó que el hombre no es dueño de sus propios deseos o que no tiene plena voluntad de dirigir sus comportamientos. Siguiendo con esta linea de pensamiento, es que me atrevo a pensar que desde el PDR quizá el hombre en ciertas circunstancias "no seria dueño de su relación consigo mismo". Cuantas veces en aras de trasceender nuestro propio ser, nos encontramos desconociéndonos a nosotros mismos sin proponernos. Sólo un aporte para seguir pensando y continuar construyendo dialogo. Atentamente.
Segunda parte de mis comentarios a las sugerencias de Emilio:
3) Ante la pregunta: "Si todo es relacional, ¿cómo se dan las célebres antítesis: á) entre absoluto y relativo; b) entre finito e infinito,c) entre lo transitorio y lo permanente, d) entre lo evidente y lo absurdo?
Pues lo que de entrada puedo comentar es que ¡de la misma manera que antes! Decir que todo es relacional significa que la única forma de comprender o hacer conciencia de lo absoluto, es en su contraposición con lo relativo, y viceversa. Que solo es posible comprender lo finito a la luz de lo infinito, y viceversa. Y ocurre lo mismo con lo transitorio y lo permanente, y con cualquier otra tensión representada por antónimos. Recordemos que para distinguir cualquier idea o concepto, necesitamos contrastarla con lo demás, es decir, reconocer su Relacionalidad.
4) Posteriormente Emilio coloca la triada de registros de: lo real, lo imaginario y lo simbólico. En primer lugar, no sabía que Emilio se encontraba interesado en la perspectiva de Lacan, quien me parece es uno de los pensadores que más se ha expresado en torno a tales conceptos. En segundo, debo decir que no es una forma de conceptualizar con la que me encuentre muy familiarizado, por lo que temo decir alguna tontería. Así que aquí debo reconocer mi ignorancia, y dejar voz a que algún colega con mayor conocimiento pueda hablarnos al respecto. En caso de que alguien se encontrara interesado en opinar a este respecto, puede usar este mismo espacio y así enriquecemos la conversación.
5) Emilio cierra sus comentarios con la siguiente pregunta: ¿Qué significa que la velocidad de la luz es una constante absoluta, inalcanzable. Sería lo absoluto?
Jugando un poco con la respuesta, decir que la velocidad de la luz es una constante, e inalcanzable; o decir que se trata de un absoluto, sigue siendo después de todo, algo relativo. Es relativo (está relacionado con, según definimos relativo en la entrada previa a este post) a la época en la que lo expresamos. Hace 500 años decir eso mismo no habría tenido ningún sentido. Tiene sentido para nosotros ahora. Quizá dentro de 500 años descubramos que esa misma expresión ya no tiene sentido para tal contexto. O quizá se trate de una situación real desde la capacidad humana de percepción, pero en caso de haber otras formas de conciencia en el universo (o alguno de los multiversos), para tales situaciones relacionales tales expresiones no tengan ninguna validez.
Otra manera de pensarlo sería que, en el momento en que Emilio trae a colación la velocidad de la luz, demuestra su relatividad. Es un concepto que ahora estamos reconociendo en su relación con nosotros, que ahora estamos pensando en la manera como se relaciona con lo que estamos hablando.
Como podemos ver, lo relativo del asunto es que se encuentra siempre en relación con algo más.
No se si mi querido Emilio Romero tendrá nuevos cuestionamientos a partir de esto. Es muy posible que si, ya que solemos pensar con respecto a estos asuntos de maneras divergentes. Lo que puedo decir es que está siendo un ejercicio estimulante para mí. Y agradezco tanto a Emilio como a los posibles lectores o participantes el involucrarse en esta conversación.
Intentaré comentar las ideas que pone Emilio sobre la mesa.
1) En efecto, la posibilidad de una fórmula universal para explicar cualquier fenómeno humano resulta una idea atractiva para mucha gente. Es comprensible. Si pudiéramos tener dicha fórmula, quizá muchas de nuestras problemáticas serían más fáciles de afrontar. Sin embargo, la complejidad de la existencia nos muestra continuamente que parte de su riqueza es precisamente no poder ser rápidamente explicada, y menos de manera universal.
2) Emilio menciona 2 ideas distintas a continuación a) la de la "relativización": "todo es relativo"; y b) la relacionalidad como principio universal. Comenzaré por aclarar algo con respecto a este segundo aspecto, que es además el que originó el presente intercambio:
-- El concepto de RELACIONALIDAD es un principio explicativo, más no intenta convertirse en una especie de "fórmula general" que explique todos los fenómenos humanos. Con ello me refiero a que se trata de una forma de aproximarnos, de mirar la realidad. Para empezar, no puedo ni intento asegurar que la realidad "así sea", sino que es una manera de mirarla, una postura frente a la inmensa complejidad del universo, una forma de concebir la existencia humana. No podemos saber con absoluta certeza cual es la realidad absoluta, solo tenemos nuestra mirada humana que se relaciona con ella (y esta declaración es, a su vez, solo una mirada). Además, este concepto refiere precisamente a que no puede haber una fórmula genérica ya que, al estar todo formado de redes relacionales en movimiento y en continua co-construcción, cualquier fórmula para entender algo en un momento podría no ser válida en el momento siguiente, o en una situación relacional distinta. Por consiguiente, el concepto de Relacionalidad, en vez de "explicar" los fenómenos, nos recuerda precisamente la imposibilidad de explicarlos cabalmente. Entonces, yo diría que este principio no da cuenta de los fenómenos, sino de su situación compleja, influida e influyente, cambiante, e imposible de atrapar por completo.
-- Es común que a mucha gente "le brinque" la idea del relativismo frente al paradigma relacional, así que me detendré un poco a comentar sobre esto. Lo relativo refiere a estar en relación, aunque también se usa para referir que algo está sujeto a variaciones según el contexto con el que se relaciona, que no es un absoluto, o que puede ser puesto bajo cuestionamiento. Concuerdo con todas estas formas de entender lo relativo. El concepto de Relacionalidad nos invita a pensar que todo está en relación, y que por lo tanto puede tener y tiene variaciones según los distintos contextos o situaciones. Así mismo, que al estar todo en movimiento e interacción y mutua influencia continua, no podemos partir de una posición absoluta (ni siquiera esta idea es absoluta, podría cambiar en otro contexto). Y por supuesto, las diversas ideas o formas de concebir algo pueden ser puestas en cuestionamiento, ya que eso nos puede facilitar acercarnos a conocer el contexto desde el cual se organizan y emergen.
Sin embargo, algunas personas entienden algo distinto con respecto a la relativización. La frase "todo es relativo" suele utilizarse como sinónimo de un "todo se vale", "todo es igual a cualquier cosa", o incluso "nada importa" o "nada tiene valor". Ninguno de estos usos se encuentra avalado por el paradigma relacional. Decir que las cosas pueden cambiar de valor según con qué o quién se encuentren relacionados, no es lo mismo que decir que pierden su valor. Por el contrario, que su valor es relativo al contexto en el que se presentan. De la misma manera, eso no puede llevarnos a concluir que "nada importa", ya que cada cosa, aspecto o situación importa precisamente según el contexto en el que aparece. Mientras que ciertas situaciones pueden valer poco o nada para algunos (por la manera como están relacionadas con ellos), pueden resultar altamente importantes y valiosas para otros (por la forma como se relacionan con estos segundos). Así que la Relacionalidad nos invita a cuestionar el contexto desde el cual se le aporta o no, se le retira o retiene, la importancia a algo; para acercarnos al menos un poco más a la comprensión de dicha situación.
Una aclaración: cuando digo que se cuestiona, me refiero a colocar signos de interrogación, a hacernos preguntas al respecto, no a rechazar. Me he encontrado con que algunas personas entienden el cuestionamiento como si se tratara de una actitud rechazante y retadora, y eso no es lo que quiero decir. El cuestionamiento es, en mi entendimiento, la expresión de un interés, de un deseo de acercarnos a conocer un poco más el misterio que se desenvuelve frente a nosotros.
Existen varios tipos y estilos de relativismo, ya que, hasta el relativismo resulta relativo al contexto y situación en la que hacemos referencia a este concepto. En el paradigma relacional, el relativismo es un recordatorio a la conexión que tenemos con la vida, y no una amenaza de desconexión; es una mirada que nos invita a reconocer las múltiples y diferentes posibilidades siempre presentes.
Fin de la primera parte, en breve comentaré sobre las otras ideas que Emilio presenta.
Emilio Romero ha continuado enriqueciendo la conversación con nuevos comentarios y preguntas, solo que lo hizo vía Facebook. Como considero que aportan algo importante al diálogo, pensé que vale la pena que se encuentren aquí en el foro, así que los copié y los pegaré aquí abajo para poder continuar con el diálogo:
"Entiendo que una fórmula universal que vendria a dar cuenta a la enorme complejidad de los fenómenos es muy atractiva para algunas persona. Hace años que oigo la fórmula “todo es relativo”, supongo que la idea de la racionalidad como principio universal es diferente . Gustaria saber cómo estableces esta diferencia. Si todo es relacional como se dan las célebres antítesis: á) entre absoluto y relativo; b) entre finito e infinito,c)entre lo transitorio y lo permanenete d)entre lo evidente y lo absurdo (y otros mas. Hay un trio de conceptos que me parecen muy interesante: lol real, lol imaginario y lo simbólico Como se darían las relaciones entre estos tres registros? Y para no ser cansativo: que significa que la velocidade de la luz es una constante absoluta, inalcanzable, Seria lo absoluto? Agradezco la buena voluntad de los colegas que bien pueden curar-me en parte del aumento progresivo de mi ignorancia". Emilio Romero (en mi muro de facebook del viernes 31 de agosto 2018).
Comenzaré por compartir las primeras ideas que vienen a mí ante estas interesantes preguntas.
a) ¿Toda relación supone alguna diferencia entre los factores en relación?
Si, al menos en el nivel en que se da la relación. Por ejemplo: dos células de un mismo tejido se relacionan entre sí. Se trata de dos células diferenciadas, pero construyen el mismo tejido. Así también dos tejidos diferenciados se relacionan entre sí para construir un mismo órgano. Estos ejemplos son de la dimensión biológica. Podemos entender de manera semejante a la dimensión social o cualquier otra. Los factores en relación son diferenciados para que se perciba el movimiento, el proceso relacional.
b) ¿Cómo se da la relación de la persona consigo misma?
Esta pregunta se comprende mejor en contexto con la anterior. Si la relación requiere una diferencia entre los factores en relación, ¿cómo es posible que tenga una relación conmigo mismo? ¿sobre todo por que yo, mi mismo, soy una unidad?
Justo este planteamiento ha llevado a algunos teóricos a negar la posibilidad de la relación consigo mismo. Consideran que la relación consigo mismo es imposible, ya que se requiere de una diferenciación, de "dos" factores diferenciados, lo que (entonces) no podría ser al tratarse de una misma persona.
Desde este punto de vista, la relación de la persona solo puede ser con el mundo, pero no consigo misma.
Sin embargo, este factor no toma en cuenta la temporalidad, y la capacidad de la conciencia humana de desdoblarse en observador y observado.
Esto es parte de lo que entendemos por EXISTIR, por "existencia humana" (aunque eso podría ser un pleonasmo). Existir es una situación de doble salida. La primera salida es la salida al mundo. Al mundo al que fuimos arrojados cada uno de nosotros al nacer, y al que seguimos siendo arrojados momento a momento. Y la segunda salida es la que realizamos a través de nuestra conciencia refleja. La posibilidad de nuestra conciencia de girar sobre sí y percatarse de la primera salida al mundo. En otras palabras, en la primera salida emerjo al mundo, y en la segunda, emerjo de mí para observar mi emergencia (surgimiento) -en-el-mundo.
A partir de esta segunda salida, nuestra conciencia puede auto-observarse, reflexionar, regañarse, criticarse, apoyarse, adularse, amarse, avergonzarse, enojarse consigo misma, etcétera. Todas estas diversas formas de "relacionarse consigo mismo".
También podemos entenderlo en el sentido de la temporalidad que mencioné más arriba. El Yaqui de este momento puede reflexionar sobre el Yaqui que fuí ayer. De esa manera puedo arrepentirme de lo que dije o hice, o puedo sentirme orgulloso de mi mismo. Así mismo puedo sentir miedo del Yaqui que puedo ser mañana, o tener grandes expectativas (y hasta exigencias) sobre el Yaqui que podría ser dentro de un año.
Se que desde cierto punto de vista se trata de "el mismo Yaqui", pero aunque ese Yaqui, el del pasado-presente-futuro conserve ciertos aspectos que permitan identificarlo y auto-identificarse con la misma persona, en realidad, no se trata del todo de la misma persona (en la entrada de mi blog "Sobre lo difícil que es pensar existencialmente", discuto con Emilio precisamente este aspecto, los lectores interesados podrán leerlo en este mismo sitio web).
Yo, Yaqui (o cualquier otra persona), vamos siendo momento a momento, co-construyendonos a cada instante, y jamás nos repetimos por completo, cada instante de mi ser es tan único e irrepetible como el Yo que lo atraviesa. Los seres humanos nos trascendemos a nosotros mismos a cada instante, aunque comunmente nos esforcemos por mantener una identidad estable, para no enloquecer.
De tal manera, que entre el Yo que escribe estas palabras, y el Yo que a continuación las lee, hay una cierta diferenciación (uno las escribe y otro las lee), y el Yo que las lee puede no estar conforme con la escritura del primero, para generar la creación de un tercer Yo que las borre, y un cuarto Yo que las re-escriba de nuevo.
Se que esto puede parecer confuso, ya que es una situación a la vez compleja, rica y misteriosa que nos hace seguir desenvolviéndonos en la vida. A ese proceso es al que le llamamos la "relación de la persona consigo misma"
Pero.... ¿ustedes qué opinan?
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